Fiestas de fin de año: cómo preparar tu condominio para prevenir y reaccionar ante incendios

Lima.- Con la llegada de la Navidad y el Año Nuevo, aumenta el uso de luces decorativas, artefactos eléctricos y fuegos artificiales, elementos que cada año están detrás de numerosos incendios y emergencias en distintas zonas de Lima. Estas celebraciones, que reúnen a familias y vecinos, también traen consigo un mayor riesgo de siniestros si no se toman las medidas adecuadas de prevención y respuesta.

En este contexto, Richard Chávez Isla, Subgerente de Acompañamiento Social en Besco, recuerda que la preparación comunitaria es fundamental para reducir riesgos y proteger vidas. “Las comunidades de los condominios deben tener la capacidad y conocimientos necesarios para ser la primera reacción ante un evento y evitar consecuencias mayores”, enfatiza el especialista.

Contar con una brigada de emergencia dentro del condominio permite reaccionar de manera inmediata ante un incendio, coordinar la evacuación y brindar primeros auxilios antes de la llegada de los bomberos. Más allá de los conocimientos técnicos, lo esencial es la disposición de los vecinos para aprender y colaborar, ya que los integrantes pueden capacitarse en el proceso.

La prevención también depende del mantenimiento constante de los equipos de seguridad. Extintores, detectores de humo, luces de emergencia, tableros eléctricos, pozos a tierra y bombas contra incendios deben revisarse periódicamente para garantizar su correcto funcionamiento. A ello se suma la capacitación en primeros auxilios, el uso adecuado de los extintores y la elaboración de planes de evacuación que consideren la correcta atención a adultos mayores y personas con movilidad reducida.

Otro aspecto fundamental es la comunicación. Los detectores de humo suelen ser la primera alerta ante un incendio, pero deben complementarse con alarmas sonoras y sistemas de mensajería inmediata, como grupos de WhatsApp, que permitan avisar y coordinar acciones entre los residentes. En una emergencia, una comunicación rápida y ordenada puede hacer una gran diferencia.

Asimismo, se recomienda realizar al menos un simulacro general al año, además de ejercicios específicos según los distintos tipos de emergencia. Cada práctica ayuda a reforzar la memoria colectiva y mejora la capacidad de respuesta de los vecinos. Chávez también sugiere que cada edificio cuente con un miembro del comité encargado de la seguridad y que dentro de la cuota de mantenimiento se destine un presupuesto para señaléticas, radios, botiquines y equipos contra incendios.

“Revisar el estado del equipamiento, fomentar una cultura de prevención y capacitar a los vecinos son acciones que pueden marcar la diferencia entre una emergencia controlada y una tragedia”, añade Chávez.

En una temporada donde la combinación de reuniones, instalaciones eléctricas temporales y pirotecnia incrementa los riesgos, la organización, capacitación y compromiso desde los hogares y comunidades permiten evitar pérdidas humanas y materiales. Preparados y unidos, los condominios pueden convertirse en espacios más seguros para celebrar estas fiestas.