Lima.- Las pequeñas y medianas empresas (pymes) son la columna vertebral de muchas economías. En Perú, estas representan aproximadamente el 99.5% del total de empresas formales y generan alrededor del 80% del empleo privado, según datos del Ministerio de la Producción (Produce). A pesar de su relevancia en la economía nacional, muchas de estas empresas enfrentan desafíos que pueden comprometer su estabilidad financiera, limitando su capacidad para crecer y competir en el mercado.
Detectar a tiempo las señales de alerta es crucial para tomar medidas correctivas y evitar que el negocio entre en una espiral descendente que pueda llevar al cierre. Las estadísticas indican que cerca del 50% de las pymes en Perú, no sobreviven a los primeros tres años de operación, lo que resalta la importancia de una gestión eficiente e implementación de herramientas que ayuden a mejorar su competitividad.
«Muchas de estas señales pueden parecer menores al inicio, pero si no se abordan a tiempo, pueden convertirse rápidamente en problemas mayores. En este punto la adopción de la tecnología resulta vital para mantenerse a la vanguardia, accediendo a la información del negocio en tiempo real y logrando un mayor control de los procesos para tomar decisiones estratégicas que eviten el quiebre”, destaca Héctor Farías, gerente general de KAME ERP.
En esa línea, el ejecutivo de Kame, explica algunas señales de alerta que pueden evidenciar problemas de liquidez dentro de las pymes:
- Problemas de flujo de caja persistentes: Cuando una empresa no puede cubrir sus costos operativos o pagar a tiempo a proveedores y empleados, es un claro indicador de que su estabilidad financiera está en riesgo. La falta de liquidez a menudo lleva a decisiones desesperadas, como préstamos con altos intereses que empeoran la situación.
- Crecimiento descontrolado de la deuda: Una deuda elevada que supera la capacidad de pago de la empresa puede ser un factor decisivo hacia la insolvencia. La falta de un plan claro para reducir estas deudas puede poner en peligro la supervivencia de la pyme y limitar sus oportunidades de inversión futura.
- Disminución sostenida en las ventas: Una caída continua en las ventas puede ser una señal de que el mercado está cambiando o de que la empresa ha perdido competitividad. Es crucial identificar las causas de esta disminución, como la falta de innovación o la poca diferenciación en la oferta de productos y servicios.
- Incapacidad para adaptarse a nuevas tecnologías y tendencias: Las PyMEs que no se adaptan rápidamente a los cambios tecnológicos y a las nuevas demandas del mercado quedan rezagadas frente a la competencia. La falta de inversión en innovación y digitalización puede ser una barrera que impide el crecimiento y la eficiencia operativa.
- Retrasos constantes en pagos a proveedores y empleados: Estos retrasos no solo afectan la relación comercial con los proveedores, sino que también generan un ambiente de desconfianza y desmotivación en el equipo de trabajo. Una pyme que no puede cumplir con sus compromisos financieros a tiempo está en una posición muy vulnerable.
Para evitar la quiebra, es esencial que las pymes no solo estén atentas a estos signos de alerta, sino que innoven en la gestión de procesos, apoyados en la tecnología para garantizar la sostenibilidad y el crecimiento del negocio. Frente a esta realidad, implementar una solución ERP adecuada no solo ayudará a gestionar las finanzas y las operaciones diarias, sino que también ofrecerá una visión clara de los recursos para anticipar problemas antes de que se conviertan en crisis.
“Desde Kame, buscamos ayudar a las pymes y pequeñas empresas en la gestión de sus quehaceres , a través de herramientas como las ERP, que agilizan procesos administrativos y operativos, brindando una visión completa del funcionamiento del negocio», finaliza Farías.