El 02 y 03 de este mes se llevó a cabo la Cumbre de Mujeres Líderes de América Latina y el Caribe 2024 (CUMALC), evento organizado por Women CEO, aliado estratégico de Centrum PUCP, la escuela para los buenos negocios.
“En el Perú, aunque más mujeres se están formando en todos los niveles educativos, su representatividad en carreras de ciencia y tecnología sigue siendo baja. Además, en Lima Metropolitana, las mujeres dedicamos el 40% de nuestro tiempo a actividades no remuneradas, comparado con el 22% de los hombres, una tendencia que también se observa a nivel mundial”, resaltó Beatrice Avolio, directora del Centro de Investigación Liderazgo Socialmente Responsable, Mujer y Equidad de Centrum PUCP, durante su participación en CULMAC. Destacó también que, a nivel global, las mujeres ocupan el 33.5% de los puestos de alta dirección, mientras que, en América Latina, la participación femenina en cargos directivos ha alcanzado el 36%, con Brasil y Argentina liderando estos avances. Sin embargo, persisten desafíos, ya que solo el 20.6% de los puestos en los consejos de administración a nivel global están ocupados por mujeres.
«El liderazgo de las mujeres no solo se traduce en mayores oportunidades de innovación y crecimiento, sino también en un cambio profundo en la cultura organizacional. Invertir en el talento femenino es, sin duda, una de las mejores estrategias para asegurar el futuro de las empresas en un entorno competitivo” comentó Cecilia Flores, fundadora de Women CEO, aliado estratégico de Centrum PUCP.
El liderazgo femenino representa un avance hacia la igualdad de género y también una fuente de crecimiento para las organizaciones. Diversos estudios muestran que las empresas con mujeres en posiciones de liderazgo tienen un desempeño superior. Factores como la resiliencia, la capacidad de tomar decisiones complejas y una visión de futuro son algunos de los principales atributos que las mujeres líderes aportan a las organizaciones, pero es necesario crear estructuras que permitan a las mujeres equilibrar las responsabilidades laborales y familiares, así como fomentar redes de apoyo y alianzas.
«La mujer debe desaprender lo aprendido para romper con los estereotipos y limitaciones que han marcado su desarrollo profesional. Es crucial que redefinamos nuestro rol en el liderazgo, aceptando que no hay un solo camino para alcanzar el éxito,» afirmó Patricia Merino, docente de Centrum PUCP, Consultora Asociada de LHH Perú y Directora de WomenCEO Perú.
La brecha de género sigue siendo un reto importante en Latinoamérica, con una diferencia significativa entre la participación laboral de hombres y mujeres. Según el modelo IDSMH (Índice de Desarrollo Social y de Mujeres en el Hogar), la brecha en educación presenta una ligera ventaja para las mujeres, pero en términos de autonomía y oportunidades aún hay un largo camino por recorrer. Países como Perú han mostrado avances importantes, con un aumento del 33.94% en 1990 al 45.66% en 2022 en la participación de mujeres en la fuerza laboral.
Los datos demuestran que la equidad de género en el liderazgo empresarial no es solo un objetivo deseable, sino una necesidad estratégica para las organizaciones que buscan mantenerse competitivas en un entorno global en constante cambio.