La faringitis es una infección frecuente durante el invierno. Para prevenirla se recomienda lavarse las manos con agua y jabón con frecuencia, evitar el contacto cercano con personas enfermas, limpiar y desinfectar superficies como manijas de puertas, mesas o teclados compartidos, y usar mascarilla en lugares concurridos o con alta afluencia de pacientes.
El doctor Francisco Salaverry, otorrinolaringólogo de la Clínica Ricardo Palma, aclara algunos mitos y verdades sobre esta enfermedad respiratoria.
¿El frío causa faringitis?
Falso.
La faringitis es una infección causada por diversos virus y bacterias, siendo los virus los responsables en la mayoría de los casos. Sus síntomas incluyen irritación, dificultad para tragar alimentos, tos, congestión nasal, fiebre leve, inflamación en la faringe y ganglios del cuello agrandados y dolorosos.
¿Para calmar el dolor de garganta es necesario tomar antibióticos?
Falso.
Los antibióticos solo son efectivos contra infecciones bacterianas, y su uso debe ser indicado por un médico tras evaluar el caso. Automedicarse puede empeorar una faringitis viral, promover la resistencia bacteriana y causar efectos secundarios innecesarios.
¿Las gárgaras con limón curan la faringitis?
Falso.
Aunque el limón tiene propiedades antisépticas, las gárgaras con este cítrico pueden irritar aún más la garganta si ya está inflamada. Se recomienda hacer gárgaras con agua tibia y sal (media taza de agua con un cuarto de cucharadita de sal), tres veces al día durante cinco días.
¿La faringitis se contagia?
Verdadero.
La faringitis se transmite principalmente por gotas de saliva que se expulsan al hablar, toser o estornudar. También puede contagiarse al tocar superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la boca o la nariz, o al compartir vasos o cubiertos con personas infectadas.
¿La faringitis viral dura de tres a cinco días?
Verdadero.
La faringitis viral suele durar entre tres y cinco días, aunque en algunos casos puede prolongarse. Los síntomas mejoran con reposo y medidas para aliviar el dolor, como analgésicos suaves o gárgaras de agua tibia con sal. La faringitis bacteriana, como la causada por estreptococos, suele presentar síntomas más intensos.