Lima.- El dólar en Perú cerró en 3.81 soles en el año 2022, lo que representó una disminución del 4.2% en comparación con su valor al finalizar el año 2021 (3.98 soles). Y en la actualidad, se encuentra cerca de los 3.68 soles en las casas de cambio físicas o virtuales, lo que indica que sigue en descenso.
Los expertos de Kambista, casa de cambio digital, explican que esta tendencia a la baja del dólar se ha mantenido en las últimas semanas debido a la reducción de la incertidumbre política y a las medidas del Banco Central de Reserva para controlar la inflación.
Aunque persisten problemas políticos, su impacto en el tipo de cambio ha disminuido en comparación con los primeros meses del año.
El economista Gonzales Izquierdo señaló que otro factor que contribuye a la baja del dólar es la política contracíclica del Banco Central de Reserva, que consiste en aumentar las tasas de interés para controlar la inflación.
Esta medida ha atraído capitales temporales que buscan mayor rentabilidad en la economía peruana, pero esta situación podría cambiar cuando la Reserva Federal de Estados Unidos también aumente sus tasas de interés.
Además, los altos precios de los minerales en el mercado internacional están generando un mayor ingreso de dólares al mercado peruano, lo que también contribuye a la disminución del precio del dólar.
Esta reciente disminución en el valor del dólar a nivel nacional ha generado un impacto significativo en las empresas peruanas, tanto positivo como negativo.
La tendencia a la baja ha generado cambios en diversos sectores de la economía y ha llevado a las empresas a adaptarse a esta nueva realidad.
En primer lugar, las empresas que dependen de la importación de materias primas o productos terminados han experimentado un alivio en sus costos. La depreciación del dólar ha permitido que estas empresas adquieran insumos a un precio más bajo, lo que se traduce en un aumento de sus márgenes de ganancia.
Esto ha sido especialmente beneficioso para las empresas que operan en sectores como la industria manufacturera y el comercio minorista.
Por otro lado, las empresas exportadoras han enfrentado desafíos debido a la baja del dólar. La reducción en el valor de la moneda extranjera ha llevado a una disminución en los ingresos generados por las exportaciones. Esto ha afectado la rentabilidad de estas empresas y ha dificultado su capacidad para invertir en mejoras o expandirse en nuevos mercados.
Además, las empresas que tienen deudas en moneda extranjera han visto reducidos sus pagos en moneda local, lo cual ha aliviado su carga financiera y les ha brindado la oportunidad de destinar esos recursos a otras áreas de su negocio.
Es importante destacar que la volatilidad del tipo de cambio es una constante en los mercados internacionales y que las empresas deben estar preparadas para adaptarse a estas fluctuaciones. La gestión adecuada de los riesgos cambiarios, como la cobertura de divisas, puede ayudar a mitigar los efectos negativos de la baja del dólar en las empresas peruanas.
En conclusión, la baja del dólar ha tenido un impacto mixto en las empresas peruanas. Mientras algunas se benefician de costos más bajos y sienten un alivio financiero, otras enfrentan desafíos en sus ingresos y obligaciones financieras. La clave para enfrentar esta situación radica en una gestión financiera sólida y una planificación estratégica.