Emprendedores: cómo optimizar la gestión financiera con cinco claves para el éxito

En el Perú existen más de tres millones de micro y pequeñas empresas lideradas por emprendedores, según el Ministerio de la Producción (2023). Sin embargo, muchas de ellas enfrentan dificultades para consolidarse y crecer de forma sostenible. De acuerdo con la Cámara de Comercio de Lima, ocho de cada diez negocios desaparecen al año de ser creados.

La falta de planificación financiera, el desorden contable y las decisiones improvisadas son factores que comprometen su estabilidad y desarrollo.

“Muchos de los errores financieros que cometen las micro, pequeñas y medianas empresas en el Perú responden tanto a limitaciones estructurales como a una falta de formación en gestión empresarial”, explica Alex Soto, docente de la Maestría en Administración de Negocios de la Universidad Norbert Wiener.

¿Por dónde empezar y qué evitar?

Una gestión financiera efectiva implica más que registrar ingresos y egresos: requiere planificación, control y conocimiento del entorno. Uno de los errores más comunes es mezclar las finanzas personales con las del negocio, lo que dificulta saber si realmente se está generando utilidad.

También es frecuente que las mipymes tengan poca precisión sobre sus costos, márgenes o nivel de endeudamiento. “Una MIPYME con ventas constantes puede estar operando con márgenes muy bajos, costos mal gestionados o endeudamiento elevado, y eso las mantiene amenazadas por la quiebra sin que sus dueños lo perciban”, advierte el especialista.

Cinco claves para fortalecer la gestión financiera

  1. Separar las finanzas del negocio y las personales.
    Establecer cuentas bancarias separadas permite un mejor control del dinero, evita confusiones y ayuda a evaluar con precisión la rentabilidad del negocio.

  2. Controlar gastos, llevar contabilidad útil y planificar con presupuestos.
    No basta con cumplir las obligaciones tributarias. Mantener registros contables actualizados y elaborar presupuestos con proyecciones de ingresos, egresos y flujo de caja permite tomar decisiones basadas en datos, anticiparse a riesgos y evitar gastos innecesarios.

  3. Evitar el sobreendeudamiento.
    Antes de endeudarse, es clave evaluar si el financiamiento es necesario, si existe capacidad de pago y si generará valor. El sobreendeudamiento es una señal clara de mala gestión y puede poner en riesgo la operación.

  4. Capacitarse y utilizar herramientas accesibles.
    Comprender conceptos clave como el punto de equilibrio o la fijación de precios mejora la toma de decisiones. Además, herramientas como Google Sheets o el facturador SUNAT permiten llevar un control efectivo sin grandes inversiones.

  5. Incorporar sostenibilidad, liderazgo y comunicación financiera clara.
    Incluir criterios sociales y ambientales mejora la reputación y abre puertas a financiamiento público o privado. Un liderazgo comprometido y una comunicación financiera transparente con proveedores, aliados e inversionistas genera confianza y nuevas oportunidades de crecimiento.

“Finalmente, hay que recordar que una buena gestión financiera no se trata de tener muchos ingresos, sino de saber administrarlos. Tener ingresos significa que la empresa está generando ventas, pero la rentabilidad implica que, una vez descontados todos los costos y gastos, la empresa obtiene una utilidad neta”, concluye Soto.