Día del Maestro: infraestructura y capacitación, pendientes para una educación de calidad

Este domingo 6 de julio se celebra el Día del Maestro, una ocasión para reconocer el compromiso y la dedicación de más de 600 mil docentes en todo el país. Pero también es un momento clave para reflexionar sobre los grandes desafíos que enfrentan a diario, en medio de un sistema educativo marcado por profundas brechas en infraestructura, formación docente y acceso a servicios básicos.

Actualmente, cerca de 27 mil colegios públicos de educación básica –más de la mitad del total– necesitan ser reconstruidos debido a su precario estado, según datos del Ministerio de Educación (Minedu). Esta realidad impacta directamente en la labor de miles de docentes que deben ejercer su profesión en entornos que no ofrecen las condiciones mínimas para una enseñanza adecuada.

“La infraestructura educativa no es un aspecto secundario, sino un componente esencial del proceso de enseñanza-aprendizaje. Desarrollar clases en aulas con filtraciones, sin iluminación adecuada o con mobiliario deteriorado limita significativamente la capacidad pedagógica del docente. En estos contextos, los maestros se ven obligados a improvisar soluciones ante la falta de recursos básicos como pizarras, materiales visuales o tecnológicos, lo que dificulta la implementación de metodologías activas e innovadoras”, explicó Esmeralda Villalva, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).

Desde REDES se ha identificado que, en los últimos años, el presupuesto del sector educativo ha experimentado un crecimiento sostenido. Para 2025, este asciende a casi el doble del asignado en 2015. No obstante, el incremento se ha concentrado principalmente en el pago de remuneraciones, mientras que otras áreas igualmente críticas –como la mejora de infraestructura, el acceso a tecnologías, el equipamiento escolar y los programas de capacitación docente– continúan recibiendo una asignación limitada, lo que dificulta avances integrales.

Si bien el incremento del salario base docente en un 136 % durante los últimos diez años representa un avance positivo en el reconocimiento de la labor magisterial, esta mejora resulta insuficiente si no viene acompañada de inversiones integrales que fortalezcan el entorno educativo. Muchos docentes ingresan a las aulas sin una formación inicial sólida y no cuentan con un acompañamiento pedagógico ni espacios para actualizar sus conocimientos. Según el Minedu, un 18 % de los directores de escuelas señalaron que los docentes están poco capacitados para la enseñanza, acentuándose en las áreas rurales, donde la cifra llega hasta 33 %.

“Durante años, el debate educativo se ha centrado principalmente en los sueldos docentes, dejando en segundo plano la formación continua. El Estado debe garantizar programas sistemáticos de capacitación, acompañamiento pedagógico y retroalimentación efectiva. Según la OCDE, tener profesores mejor capacitados puede elevar en 5.1 % las calificaciones de los estudiantes, mejorando sus aprendizajes. Invertir en la formación docente es una condición esencial para alcanzar una educación de calidad”, señaló Villalva.

La falta de capacitación se refleja, por un lado, en el ingreso a la Carrera Pública Magisterial. En 2024, de casi 220 mil postulantes, solo 63 mil aprobaron la primera etapa y poco más de 25 mil lograron una plaza, cubriendo apenas la mitad de las vacantes. Por otro lado, también impacta en los aprendizajes. Según la última Evaluación Nacional de Logros de Aprendizaje, solo tres de cada diez estudiantes de cuarto de primaria alcanzaron niveles satisfactorios en lectura (32.8 %) y matemáticas (29.5 %), resultados inferiores a los de 2019.

Ante este panorama, la economista subrayó que la educación es uno de los motores más poderosos para transformar vidas, ya que amplía oportunidades, permite superar la pobreza y mejora los ingresos a lo largo del tiempo. Por ello, recalcó la necesidad de no abandonar la reforma magisterial, cuyo objetivo es reconocer el mérito, fortalecer la carrera docente y asegurar que todos los estudiantes, sin importar su lugar de origen, accedan a una educación de calidad que les permita desarrollar su potencial y construir un futuro con más oportunidades.