Paola Arapa
Lima.- En nuestro país las principales causas de accidentes de tránsito son la imprudencia del conductor y exceso de velocidad. Sin embargo, las fallas mecánicas también son un factor crucial para propiciar accidentes. Las fallas más comunes que pueden ocasionar accidentes graves son los neumáticos defectuosos o gastados, fallas en el sistema de frenos, problemas con la suspensión y dirección, y baja iluminación del sistema de luces.
Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos, el realizar mantenimientos preventivos en los vehículos puede reducir hasta en un 50% las probabilidades de accidentes por fallas mecánicas y así garantizar la seguridad de conductores y pasajeros.
Además de los mantenimientos, es crucial contar con un certificado vigente de inspección técnica. Walter Griebenow, gerente de Autos y SOAT de La Positiva Seguros, enfatiza que este certificado es fundamental para proteger a los ocupantes del vehículo y peatones ante la posibilidad de un accidente con lesiones personales. Si no se cuenta con este aval, los conductores pueden enfrentar una infracción de S/2,475, equivalente a la mitad del valor de una UIT, la pérdida de 50 puntos en su brevete y el internamiento del vehículo.
El experto destaca la importancia de realizar los mantenimientos en talleres de confianza y de hacerlo puntualmente. Si un vehículo está asegurado, algunas pólizas pueden exigir que se mantenga en condiciones óptimas, de acuerdo con la programación de mantenimientos establecida. Mantener el vehículo en orden garantizará que la cobertura se aplique en su totalidad en caso de un siniestro.
Para un mantenimiento vehicular efectivo se sugiere revisar de manera regular el nivel de aceite del motor, el estado de los frenos, el funcionamiento de las luces y la presión y condición de los neumáticos. Además, es recomendable realizar cambios de aceite y filtros según las indicaciones del fabricante, y revisar el sistema de dirección y suspensión. Estas acciones aseguran un rendimiento óptimo y contribuyen a la seguridad de todos los ocupantes.
Llevar a cabo mantenimientos preventivos ofrece beneficios a largo plazo que van más allá de la seguridad inmediata. Un vehículo bien mantenido aumenta su vida útil y mejora su rendimiento. Esto se traduce en un ahorro significativo en inconvenientes y costos de reparación a futuro, además de darle un mayor valor de reventa.
