Paola Arapa
Lima.- En lo que va del 2024, Perú ha experimentado una preocupante escalada de criminalidad que supera en magnitud y velocidad los niveles registrados en años anteriores. A pesar de los constantes esfuerzos del Ministerio Público con programas como «Amanecer Seguro» y «Retorno Seguro», los índices de inseguridad y violencia continúan en aumento.
«Al cierre del tercer trimestre 2024, la actividad delictiva presentó un aumento del 18,2 % a nivel nacional. Este porcentaje refleja no sólo la creciente audacia de las organizaciones criminales, sino también los grandes retos que enfrenta el Estado para implementar políticas y medidas de seguridad que realmente sean eficaces y sostenibles», comenta Alejandro Sánchez, director comercial de Prosegur Alarms en Perú.
Aunque la inseguridad afecta a todo el territorio nacional, Prosegur Alarms destaca que las ciudades más afectadas por el crimen, según su sistema de monitoreo, son Lima, Piura, La Libertad, Lambayeque, Ica, Arequipa y Callao, que concentran el 73.3% de las incidencias delictivas. Entre los delitos más comunes se encuentran los robos y hurtos agravados (72,1 %), las extorsiones (13,2 %), los homicidios (4,1 %) y los secuestros (0.5 %).
«En el mes de setiembre, hemos visto un aumento del 3.3% en extorsiones. Este es un gran problema que pone en riesgo la tranquilidad de las personas y las empresas en el País. Es necesario tomar conciencia de que la seguridad no puede ser un lujo sino una necesidad accesible, y como tal debemos trabajar constantemente en innovar y ofrecer soluciones efectivas que permitan a los ciudadanos vivir y operar en un entorno más seguro», señala el ejecutivo.
Los datos de Prosegur Alarms coinciden con los del último informe del INEI, donde se indica que Lima Metropolitana es la región más golpeada por la criminalidad, acumulando el 42 % de los casos de robo a domicilios, el 46 % de los incidentes contra comercios y el 37 % de los robos de vehículos. Asimismo, los distritos más afectados, incluyen San Juan de Lurigancho, el Cercado de Lima, Independencia, Los Olivos y Miraflores.
A pesar de este panorama, el reporte de Prosegur Alarms muestra una tendencia positiva en los últimos meses. De enero a setiembre, los robos a domicilios, comercios y vehículos han registrado una disminución del 30 %, 32 % y 31 %, respectivamente. Este descenso puede atribuirse a las medidas de seguridad implementadas por el gobierno local en las zonas más afectadas, pero no significa que sea la realidad en el resto de zonas del país.
«La policía y el Ministerio del Interior se encuentran desarrollando esfuerzos para hacer frente a la inseguridad ciudadana; sin embargo, la magnitud del problema supera la capacidad estatal en muchas ocasiones. Esto se hace cada vez más evidente, pues la acción delictiva actualmente, además de amenazar al sector productivo, está presente en el sector transporte en el país. Hoy más que nunca es crucial fortalecer la colaboración público-privada para enfrentar este desafío de manera efectiva”, finaliza Sánchez.
BCH
