En un evento que fusionó la inteligencia artificial con el arte renacentista de los siglos XV y XVI, se presentó la obra maestra “Estigmatización y meditación de San Francisco de Asís” en el Museo Convento San Francisco. La experiencia inmersiva permitió a los asistentes revivir la época a través de una recreación innovadora que incluyó túneles LED, los cuales replicaban el paisaje del Monte Alverna, lugar donde transcurre la escena representada en la pintura de El Greco.
La exposición, de carácter privado, deslumbró a artistas y personalidades invitadas, quienes también disfrutaron de un concierto en vivo con piezas musicales auténticas de la Edad Media italiana y renacimiento español, enriqueciendo aún más la atmósfera del evento.
Cayetano Villavicencio, curador e historiador artístico quien ejerce como relacionista publico del Museo destacó la relevancia técnica de la obra: “Esta pintura es notable por haber introducido, a finales del siglo XVI y principios del XVII, técnicas pictóricas que estaban adelantadas a su tiempo, como el uso de impresionismo en el desarrollo de paisajes, el miniaturismo y el expresionismo en el rostro, evidentes en la representación del Espíritu Santo”.
Fabián Martínez, restaurador artístico, subrayó el propósito de la exposición: “Esta muestra está organizada con un enfoque científico-artistico busca difundir y valorar la pieza de El Greco como un bien patrimonial invaluable, recientemente descubierto en nuestro país”.
Técnicas utilizadas en la pintura:
El Greco, reconocido por su enfoque innovador, desarrolló su obra maestra “Estigmatización y meditación de San Francisco de Asís” sin realizar un dibujo o bosquejo previo en el lienzo, característica que lo distingue en la historia del arte. Estudios recientes, realizados con tecnología de rayos infrarrojo y ultravioleta, han confirmado que el artista trabajaba directamente sobre el lienzo, a la prima, una técnica poco común en su tiempo y que demuestra también oficio, habilidad y confianza en su visión artística.
Además, El Greco empleó la técnica del miniaturismo para representar con precisión elementos detallados como la Biblia, el Espíritu Santo y los rostros de sus personajes. Un detalle curioso en la obra es la ubicación de su firma, así como la invitación a orar a musulmanes, escondidas en esta pintura dentro de la Biblia, en el borde, en apenas unos milímetros, lo que añade un elemento de misterio y sofisticación a su trabajo.
El uso de técnicas pictóricas impresionistas y expresionistas mucho antes de que estos movimientos surgieran oficialmente en los siglos XIX e inicios del XX, subrayan el carácter vanguardista de El Greco, quien es considerado el primer modernista. Su habilidad para integrar el impresionismo y el expresionismo en plena época manierista, lo posiciona como un precursor del arte moderno, influyendo en artistas tan renombrados como Manet, Cézanne, Picasso y Pollock, a decir de ellos mismos. Su legado como uno de los pintores más importantes del Renacimiento Español sigue siendo objeto de admiración y estudio en todo el mundo.