Lima.- En un entorno empresarial cada vez más competitivo y exigente, la continuidad operativa se ha convertido en una prioridad fundamental para las organizaciones. Las empresas que desean evitar interrupciones costosas y asegurar una eficiencia operativa óptima reconocen que el mantenimiento preventivo es una de las estrategias más efectivas para lograrlo. En este contexto, el Facility Management, que abarca la coordinación, planificación y mantenimiento de entornos de trabajo productivos, se posiciona como una estrategia clave para prevenir interrupciones costosas.
En Perú, este mercado está en plena expansión, impulsado por la transformación digital y la creciente demanda de soluciones eficientes en sectores como salud, educación, retail, energía y manufactura. A pesar de los avances, un estudio de la Asociación Peruana de Facility Management (APEFAM) revela que el 74% de las empresas aún no ha implementado un plan de transformación, subrayando la necesidad urgente de adoptar enfoques innovadores como el mantenimiento preventivo y el uso de Internet de las Cosas (IoT) para optimizar recursos y reducir costos operativos.
A partir de esto, Giancarlo Igartua Angulo, Jefe Electromecánico de Tgestiona, empresa líder en facility management, comparte cuatro aspectos clave a considerar para desarrollar un plan de mantenimiento preventivo efectivo que garantice la operatividad continua de sus instalaciones:
● Anticiparse a los problemas: En lugar de adoptar un enfoque reactivo, es fundamental anticiparse a los problemas. La clave está en adaptar las soluciones a las necesidades específicas de cada instalación. Este enfoque proactivo garantiza que los equipos críticos, como sistemas contra incendios, respaldos de energía y HVAC, sigan funcionando sin interrupciones.
● Impulsar la eficiencia y la sostenibilidad: La implementación de tecnologías innovadoras, como sensores IoT y análisis predictivo, no solo previene fallos, sino que también fomenta la sostenibilidad y la eficiencia energética. Un mantenimiento preventivo bien ejecutado optimiza el uso de energía y extiende la vida útil de los equipos, lo que es esencial en la gestión de instalaciones.
● Obtener beneficios tangibles: Las empresas que adoptan este enfoque pueden experimentar una reducción significativa en los costos de mantenimiento correctivo, así como una mejora notable en la durabilidad de sus equipos y en la reducción de tiempos de inactividad. Además, tecnologías como el monitoreo remoto y el uso de drones para inspecciones complejas permiten mantener las operaciones sin interferir en las actividades diarias.
● Establecer planes de mantenimiento personalizados: Para las empresas que están considerando implementar un plan de mantenimiento preventivo, se recomienda comenzar con una evaluación exhaustiva de las instalaciones. Identificar los sistemas más críticos y desarrollar un plan personalizado ayudará a maximizar la efectividad de las intervenciones.
“El mantenimiento preventivo no solo se trata de evitar fallas técnicas, sino también de generar una cultura organizacional en torno a la seguridad y el bienestar. Creemos que al involucrar a todo el equipo en estas prácticas, se crean ambientes de trabajo más seguros y productivos, lo cual va más allá de la simple eficiencia operativa. Al final, es una inversión en la tranquilidad de todos los que forman parte de la empresa”, menciona Giancarlo Igartua Angulo, Jefe Electromecánico de Tgestiona.